Los dentistas de Fatás Dental aconsejan que lleves a tu hijo por primera vez al dentista en su primer aniversario o 6 meses después de la erupción del primer diente. El objetivo de esta primera visita es detectar posibles problemas en sus dientes de leche y prevenir cualquier complicación en el desarrollo de la boca y sus tejidos.
Tres motivos para llevar a tu hijo al dentista
- Podemos identificar si los cuidados higiénicos que lleváis a cabo en casa funcionan.
- Podemos detectar cualquier problema y arreglarlo de inmediato.
- Tu hijo se acostumbrará al ambiente de la clínica dental y entenderá que es un sitio dónde se arreglan sus problemas.
Tratamientos dentales infantiles
Las visitas periódicas de tu hijo con el dentista se deben llevar a cabo cada 6 o 12 meses. En estas citas regulares, no solo se comprueba que la salud dental del pequeño se desarrolla sin problemas, sino que también se pueden realizar todo tipo de tratamiento para corregir posibles problemas.
Cuando los dientes empiezan a tocarse entre sí, es posible que se realicen radiografías para comprobar que no existe ninguna caries dental entre ellos. También se pueden utilizar los selladores dentales para proteger las superficies masticatorias de los molares y evitar que desarrollen caries.
En estas mismas visitas, el dentista estudia la colocación de los dientes y el tipo de mordida. En caso que se detecte algún problema, este suele solventarse con algún tipo de tratamiento ortodóntico en la pre-adolescencia.
El empaste de los dientes de leche
Algunos de los dientes de leche se mantienen en la boca hasta los 12 años de edad y puede que sufran alguna caries durante todo este tiempo. Esta infección del diente comporta dolor y requiere un empaste dental. La mayoría de padres se preguntan: ¿no es mejor extraer el diente, al tratarse de una pieza dental temporal? La respuesta es que no. Hay varios motivos para querer alargar la vida de los dientes de leche hasta que se caen por causa natural.
Por un lado, los dientes de leche son fundamentales para la masticación del pequeño, le permiten articular sonidos y le preservan una estética normal. Por otro lado, y todavía más importante, los dientes temporales mantienen el espacio de los dientes definitivos y permiten que estos crezcan en posición correcta. De caer antes de tiempo, los dientes vecinos pueden moverse hacia el espacio edéntulo y provocar que la pieza definitiva crezca torcida, apiñada, o incluso no crezca.
Llevar a tu hijo regularmente al dentista es la mejor manera de asegurarte que su sonrisa se desarrolla sin problemas.