Si sientes que tu vida va demasiado deprisa, que no disfrutas de los pequeños detalles o que necesitas simplemente un cambio, es momento de crear tu rutina slow. Una rutina que te haga parar, saborear, disfrutar y seguir. Tiene que ser totalmente individual y adaptada a cada persona.
Para poder ayudarte a crear la tuya te dejamos algunos consejos y hábitos slow que harán tu día a día más calmado y tranquilo:
- Despiértate un poco antes de lo habitual: levántate y ponte música que te relaje o que te active. Aprovecha para hacer algunas cosas que durante el día no tienes tiempo, y a esto súmale un desayuno tranquilo. Si puedes evitar conectar el teléfono, mejor.
- Practica algún deporte: sentirte activo es fundamental para tener la mente relajada. Yoga, pilates, running… cualquier deporte o práctica deportiva que te haga sentir bien es bienvenida a esta rutina.
- Come o cena relajadamente: sabemos que, en algunos casos, sobre todo entre semana, es complicado comer relajados, y más en el trabajo. Por lo que te proponemos que plantees unas cenas relajadas en casa. Utiliza manteles, vajillas y cubertería que te gusten, no esperes a utilizarlos solo cuando tengas visita. Aprovéchalos y disfrútalos. Cenar en un espacio bonito y agradable también nos ayuda a relajarnos.
- Dedica tiempo a lo que te gusta: es importante que dediques un poco de tiempo a aquellas cosas que te gusten como puede ser leer un libro, ver una peli o una serie, hacer punto o dibujar. ¿10, 30, 60 minutos?… no importa el tiempo, importa que puedas realizarlo un rato todos los días.
- Abraza sin miedo: abrazar y sentir el calor de los que quieres reconforta y nos llena de energía. No dudes en abrazar a la gente que quieres todos los días. Un acto rápido y fácil que te aportará múltiples beneficios.
Estas son solo algunas ideas de inspiración para que puedas crear tu propia rutina slow. Lo único que tienes que tener presente es hacer aquellas cosas que te hagan disfrutar de verdad y tomarte la vida de una manera más relajada y tranquila.
La rutina slow nos ayuda a volver a conectar con nosotros mismos y con lo verdaderamente importante.
