El nacimiento de los terceros molares, conocidos como muelas del juicio, es uno de los mayores cambios que experimenta nuestra boca a lo largo del tiempo. Aunque una erupción correcta pueda ayudar en la masticación, en muchos casos es común que causen problemas o molestia por falta de espacio o mala posición. Es por eso que hoy os contamos todo lo que debéis saber de las muelas del juicio, el por qué de su nacimiento y si es correcto extraerlas o no.
¿Por qué me duelen las muelas del juicio?
La propia erupción dental puede producir molestias. En algunas ocasiones, la falta de espacio o la imposibilidad de colocarse produce inflamación gingival, generando dolor y molestias.
¿Debemos extraerlas? ¿Cómo debemos hacerlo?
En ocasiones, las muelas del juicio erupcionan perfectamente y no presentan ninguna amenaza. En estos casos, su retirada presenta más riesgos para el paciente que mantenerlas.
Aun así, hay otras situaciones con motivos para recomendarte su retirada:
- Cuando las muelas no tienen espacio para salir, pueden provocar un apiñamiento dental.
- Cuando no han erupcionado al completo, podrían provocar una inflamación gingival.
- Las muelas del juicio pueden lesionar o dañar otros dientes más importantes.
- Pueden suponer un riesgo de aparición de patologías asociadas: procesos infecciosos, quistes o dolores recurrentes.
- Cuando necesitamos realizar un tratamiento de ortodoncia, a veces su permanencia nos impide conseguir el mejor resultado.
- Cuando no tienen ninguna utilidad funcional. Si no las usamos para masticar, o cuando provocan una interferencia oclusal que impide que articulen bien los dientes superiores e inferiores.
- Cuando se acumula placa bacteriana y suciedad. Esto favorece la enfermedad periodontal y el paciente no es capaz de limpiarlas dado la dificultad de acceder a ellas con el cepillo dental.
Hay personas que prefieren quitarse todas las muelas de una vez. Otros prefieren quitarlas de una en una o de dos en dos. Nuestro consejo es analizar cada caso de manera individual y aplicar siempre el protocolo más sencillo y amable para que tengas la experiencia más positiva. El momento ideal para empezar a valorar la necesidad de retirarlas es el final de la adolescencia.
Dolor y cuidados tras la extracción
Cada muela del juicio es distinta y la retirada puede ser muy variada, hasta el punto de que pueden ser procedimientos que duren desde 5 minutos a más de una hora. En todos los casos se aplicará anestesia local para evitar cualquier tipo de dolor. En algunos casos es necesario abrir la encía para acceder a la muela y dar algunos puntos de sutura para una correcta cicatrización.
El apoyo de medicación con antibióticos o antiinflamatorios es muy frecuente, siempre prescritos por un profesional. Algunos de los consejos más habituales son mantener una buena higiene bucodental, no realizar actividad deportiva en dos o tres días, no fumar y no realizar enjuagues muy fuertes durante las primeras 24 horas.
Una alimentación correcta puede favorecer la recuperación después de quitar una o varias muelas del juicio. Lo primero que debes saber es que sí puedes ingerir alimentos una vez desaparezcan los efectos de la anestesia. Durante los primeros días es importante mantener una dieta blanda, evitar los alimentos muy calientes y beber agua con frecuencia. Curiosamente, el helado suele estar entre los ‘alimentos’ admitidos por su condición fría que puede ayudar a evitar inflamaciones en la boca. Pasados unos días puedes ir introduciendo alimentos semiblandos y a partir de una semana es probable que puedas recuperar tus rutinas alimenticias.
Visítanos en nuestra clínica para que determinemos el tratamiento adecuado para tus muelas
No dudes y acude a tu dentista de confianza. Te realizaremos una exploración bucodental, una radiografía panorámica y podremos averiguar si es conveniente y cuál es la mejor forma para que las muelas del juicio no te supongan ningún problema. Podrás encontrarnos en la Rambla de St. Jordi 57, Ripollet. Contacta con nosotros sin dudarlo, ¡Te esperamos!