LAS MANCHAS QUE SE ENCUENTRAN EN LOS DIENTES DE LECHE Y EN LOS DIENTES PERMANENTES DE LOS NIÑOS SON MOTIVO DE PREOCUPACIÓN PARA MUCHOS PADRES.
Esta dolencia puede llegar a causar problemas en la salud bucodental de los más pequeños de la casa, ya que los dientes afectados tienen una mayor tendencia a la aparición de caries, fracturas e hipersensibilidad.
Las dos causas más comunes son los traumatismos y los defectos de desarrollo del esmalte. El tratamiento a seguir varía según la gravedad del defecto en el esmalte. En caso de que la mancha se encuentre en un diente anterior, el objetivo principal es la estética, por lo que se realizan tratamientos con microabrasión y/o resinas infiltrantes que camuflan el defecto y son mínimamente invasivas. Si la mancha es amarilla o marrón puede no ser suficiente con esta técnicas y podemos recurrir a resinas compuestas tras el proceso de remineralización del esmalte. Si la mancha está en un diente posterior, es también muy importante remineralizar el esmalte y prevenir su fractura mediante materiales de restauración que liberan flúor progresivamente y así endurecen las muelas afectadas.
En caso de hipersensibilidad dental en estos dientes, el flúor aplicado en consulta y el uso de pastas remineralizantes en casa son de gran utilidad.
Los dientes nos acompañan toda la vida, por lo que te aconsejamos que ayudes a tus hijos a crear el hábito de visitarnos regularmente y a llevar una óptima rutina de higiene bucodental.
Si aparece una mancha en algún diente, es importante consultar lo antes posible para poder diagnosticarla y prevenir problemas mayores.
