El inicio del chicle se remonta a la antigua civilización griega, donde a las mujeres les gustaba se masticar la savia de un árbol llamado mastiche para refrescar su aliento y limpiar sus dientes. Aunque han pasado unos 2000 años desde entonces, la idea sigue siendo la misma. El chicle actual está hecho de una base sintética a la que se añade edulcorante, suavizante, aromatizantes y colorantes.
La principal amenaza que supone el chicle para tus dientes es un aumento del riesgo de sufrir caries dental debido al azúcar. Los chicles que contienen azúcar crean un ambiente ideal para que se formen caries dentales con el ácido que liberan las bacterias. Por suerte, en 1950 se inventaron los chicles sin azúcar, que terminaron con el principal inconveniente de las gomas de mascar.
Las ventajas del chicle sin azúcar
Gracias al cambio en la composición de los chicles, podemos afirmar que los chicles sin azúcar no solo no perjudican la salud oral, sino que la promueven. Mascar chicle sin azúcar aumenta la secreción de saliva, que ayuda a limpiar los dientes eliminando los restos de comida y los fortalece con el proceso de remineralización.
Por estos motivos, masticar un chicle sin azúcar durante unos 20 minutos después de cada comida puede ayudarnos a preservar unos dientes sanos y limpios. Ahora bien, esto no significa que podamos dejar de lado los métodos tradicionales para limpiar nuestros dientes y encías. El cepillado y el hilo dental son indispensables para mantener una buena salud oral, pero el chicle nos ayuda a mantener unos dientes limpios y un aliento fresco entre comidas. Además, también nos ayudan a controlar el apetito e incluso a aliviar los nervios cuando vivimos momentos de tensión o preocupación.
En caso que sufras problemas de mandíbula tales como el bruxismo, es posible que tu dentista no te recomiende mascar chicle ya que puede comportar una sobrecarga de los músculos implicados en la masticación.
Mastica chicle después de comer
Si te cepillas los dientes por la mañana y por la noche, pero sueles comer fuera de casa, masticar un chicle después de la comida te ayudará a proteger los dientes en el momento en que son más vulnerables. Cuando acabas de comer, los ácidos de algunos alimentos ponen en riesgo tus dientes. En esta situación, mascar chicle es una buena manera de equilibrar el pH oral y devolver al ambiente de la boca a su estado normal.
Recuerda que tu dentista es el mejor consejero dental a la hora de mantener una buena salud oral, de modo que si tienes cualquier duda respecto tus dientes, contacta con Fatás Dental para hablar con tu odontólogo.
