Hace unos 50 años los exámenes que se realizaban dentales que se realizaban a los jóvenes que iban a cumplir el servicio militar demostraban que los dientes de los españoles estaban en mal estado. Por aquel entonces, muy pocas personas cuidaban de su salud oral. No existía ninguna guía que indicara con qué frecuencia se debía acudir al dentista y los odontólogos se fijaban más en arreglar problemas que en prevenirlos.
Entonces las organizaciones dentales y de salud decidieron que era el momento de potenciar la odontología preventiva. La verdad es que todavía no se tenía evidencia científica sobre el número ideal de visitas al dentista, pero empezaron las campañas recomendando acudir a las visitas dentales y recibir limpiezas dentales dos veces al año para prevenir la caries y la enfermedad periodontal.
Periodicidad personalizada
Desde entonces la frecuencia de dos visitas preventivas anuales demostró ofrecer muy buenos resultados en la población que seguía dicha recomendación. Sin embargo, recientemente se ha demostrado que la periodicidad de las visitas preventivas debe basarse en función de la higiene personal de cada paciente, sus hábitos y su condición médica.
Aunque cuides perfectamente tus dientes y encías en casa, necesitas visitarte con un especialista regularmente. El dentista examina los problemas que tú no puedes ver ni notar. Muchos problemas dentales no son visibles o no provocan dolor hasta que no están en fase avanzada. Así sucede con las caries, la enfermedad periodontal o el cáncer oral. Las visitas regulares con tu dentista permiten descubrir los primeros signos de estas enfermedades de modo que los problemas se puedan tratar en su fase más incipiente.
En general, acudir dos veces al año al dentista es una frecuencia que funciona para la mayoría de personas. Algunas necesitarán alguna visita más, mientras que a otras les bastará con una al año. Las personas que corren un mínimo riesgo de caries o enfermedad periodontal tienen bastante con una visita anual, mientras que aquellas que están expuestas a un mayor riesgo deben visitar al dentista cada 3 o 4 meses. Este grupo incluye:
- Fumadores
- Embarazadas
- Diabéticos
- Personas con enfermedad periodontal
- Personas con problemas en el sistema inmunitario
- Personas que tienen tendencia a sufrir caries dentales o a acumular placa y sarro
La frecuencia de las visitas puede variar a lo largo de la vida de una persona. Dependiendo del estrés o de las enfermedades que sufras, tendrás que acudir más o menos a menudo a la clínica dental. Si cuidas de tus dientes en casa mediante el cepillado dental y el uso del hilo, y tienes buena salud, seguramente tengas que acudir al dentista con menor frecuencia. En cualquier caso, debes seguir las indicaciones de tu odontólogo.
