La sensibilidad dental es uno de los problemas bucodentales más frecuentes en verano. La Dra. Elena Fatás, médico estomatóloga, y especialista en rehabilitación implantaría y prótesis, nos explica qué es exactamente esta patología, porqué se produce y cómo podemos evitarla en verano. Los tips que ofrece te serán de lo más útiles para evitar esos dolores y molestias que te impiden comer e incluso hablar con normalidad.
P: ¿Qué es exactamente la sensibilidad dental? ¿Cómo se produce?
EF: La sensibilidad dental se produce por pérdida de hueso o anclaje en el diente, lo que hace que se exponga el cemento de la raíz que tiene terminaciones nerviosas, y produce molestias o dolores como reacción al frío o al calor. La sensibilidad dental también la puede producir un diente desgastado por apretamiento o bruxismo, en el que se ha gastado el esmalte del diente. Si el desgaste va mucho más allá y llega a la dentina, la segunda capa del diente que sí que tiene terminaciones nerviosas, empieza a notarse la sensibilidad. De hecho, cuando más profundo es el desgaste, más evidente es la sensibilidad.
P: ¿Cómo podemos tratar la sensibilidad dental?
EF: Para tratar la sensibilidad dental, evidentemente hay que hacerse una revisión en la clínica dental y ver las causas que la producen. En caso de recesión, para disminuir la sensibilidad hay que utilizar colutorios y geles desensibilizantes que consiguen taponar las terminaciones nerviosas que producen molestias o dolores. Los estímulos externos fríos del verano, como los helados o las bebidas frías, producen un aumento de sensibilidad en el diente que ya la tiene de por sí. Por esto, las personas con sensibilidad, a parte de ir al dentista a hacerse sus revisiones y tratamientos para la misma –que son curetajes y tratamientos tópicos– tienen que utilizar colutorios con más constancia y frecuencia en verano.
Los pacientes que padecen bruxismo, además de intentar tratar esta patología con férulas de descarga o rehabilitación, pueden utilizar pastas desensibilizantes y colutorios. También evitar los helados y las bebidas frías, que producen irritación.
P: Las pastas desensibilizantes, ¿funcionan?
EF: Sí, funcionan. Taponan los túbulos dentinarios, hacen una especie de barrera para evitar que el estímulo externo llegue a esta capa de cemento o a la dentina.
P: El verano es época de bodas, bautizos, celebraciones familiares… Para estas ocasiones, los tratamientos de estética dental son ideales, como es el caso del blanqueamiento. A los pacientes con sensibilidad dental, ¿cómo les afectan este tipo de tratamientos?
EF: Los agentes blanqueadores son agentes irritantes. No obstante, un blanqueamiento dental no tiene porque ser un tratamiento agresivo si se hace con los controles adecuados. En pacientes que tienen una hipersensibilidad que no está tratada, no es recomendable hacer ni un blanqueamiento en clínica ni ambulatorio, ya que aumentas mucho la sensibilidad dental. Sin embargo, los efectos son casi siempre reversibles. Una vez que la sensibilidad está tratada y el paciente está en fase de mantenimiento, si que puede realizar un blanqueamiento, siempre bajo supervisión odontológica.
